martes, 11 de enero de 2011

Tú, mi niño, tú.

-Anoche soñé con todos los recuerdos, con todas las caricias, con todos los besos y abrazos, contigo. Soñé que te tenía hay, muy cerca mía, era tan real, que casí podía tocar tus manos, besar tus labios, oler el olor de tu pelo, ese aroma que nunca olvidaré. Qué me decias al oido, que me amabas y me extrañabas, yo cómo una niña, me entregaba a tus brazos, te miraba esos ojos marrones, pero preciosos, acariciaba la comisura de tus labios, sentía que acariciaba las nubes con mis dedos, y desperté, y no paraba de llorar, y ahora te confesaré que mi corazón no te olvida, que eres el amor de mi vida

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